Introducción
¿Puedes ver con claridad los objetivos de tu empresa? ¿Cuál es el factor diferenciador para que tu empresa genere un valor agregado? ¿Cuáles son el conjunto de actividades que deben realizarse para que el producto o servicio que ofrece tu empresa sea un éxito?
Podrás aprender esto y mucho más en el siguiente artículo, así que toma lápiz y papel y ¡empecemos!
Qué es la cadena de valor de Porter
La cadena de valor es una poderosa herramienta de gestión que permite hacer un análisis interno de una empresa. Se le conoce como cadena porque todas las actividades de una empresa son eslabones que van añadiendo más valor al producto o servicio, y así se aprovechan para crear una ventaja competitiva dentro del mercado.
Así mismo, dicho valor está determinado por lo que los consumidores estén dispuestos a pagar por lo que la empresa ofrece.
El concepto del análisis de la cadena de valor fue creado por Michael Porter, presidente del Instituto de Estrategia Competitiva de la escuela de negocios de Harvard, y por supuesto, autor del libro “Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance” escrito en 1985, en donde analizó cómo podían estructurarse las empresas y cómo podía conseguir una herramienta de análisis para gestionarla de forma eficiente, y así encontrar ventajas ante el mercado, esas diferencias clave que harán que los clientes se fijen en nosotros en un futuro. Su análisis fue de gran utilidad para que grandes consultoras como Mckinsey & Co. evaluaran la rentabilidad de las empresas.
«La estrategia consiste en diferenciarse de la competencia. No se trata de ser el mejor en lo que haces, sino de ser diferente en lo que haces» - Michael Porter.
Elementos de la cadena de valor
Los elementos de la cadena de valor de una empresa están diferenciados en dos partes:
1. Actividades primarias
Son aquellas que están directamente relacionadas con la creación física y comercialización de los productos y servicios, incluyen:
- Logística interna: implica la recepción, almacenaje y distribución de la materia prima o los insumos. Esta es la base de la cadena y es clave para su optimización.
- Operaciones: consiste en transformar estos insumos o materia prima en el producto final
- Logística externa: almacenamiento y distribución del producto terminado al mercado, que pueden ser mayoristas, distribuidores o consumidores finales. Puede ser directa o indirecta.
- Marketing y ventas: implica todo lo relacionado con dar a conocer los productos terminados, promocionarlos, convencer al consumidor para vendérselos y que regrese por más o lo recomiende.
- Servicios de postventa: esta actividad permite dar un valor extra al producto generando más confianza al consumidor, ya que son los servicios complementarios al mismo, como la garantía, la atención y apoyo al cliente, instalación, actualizaciones, etc.
2. Actividades de apoyo
Son aquellas que sirven de soporte a las actividades primarias, y son las que incluyen a los recursos humanos, incluyen:
- Infraestructura de la empresa: brinda apoyo a toda la empresa a nivel administrativo, como la planificación, contabilidad, finanzas, jurídico, etc.
- Administración de Recursos Humanos (RRHH): esta actividad se encarga de la búsqueda, contratación, capacitación e incentivo del personal mediante prácticas que fomenten los valores positivos de la empresa.
- Desarrollo tecnológico: la tecnología es necesaria para sobresalir, esta práctica se encuentra en la búsqueda constante de nuevas tecnologías que brinden apoyo a la cadena de valor.
- Compra: abarca todos los procedimientos para adquirir los recursos materiales necesarios para seguir avanzando con la creación de los productos o servicios de la empresa.
¿Cómo incluir la cadena de valor en tu negocio?
Ahora que ya conocemos los dos tipos de actividades de la cadena de valor, y su importancia, te dejamos 5 consejos para que la puedas aplicar en tu negocio.
1. Identifica las subactividades
Mientras más eslabones tenga la cadena más efectiva es, y cada empresa tiene su forma de adaptarla a sus necesidades. Es por eso que cada actividad principal se puede dividir en subactividades para así aumentar el valor agregado del producto. Estas son:
- Directas: consisten en acciones para que el producto tenga más visibilidad y sea atractivo para los clientes. Por ejemplo, para el marketing de una tienda presencial o emprendimiento online, la subactividad directa sería crear concursos, hacer un registro de los clientes en una base de datos para mantenerlos al día de las novedades, ofrecer descuentos o promociones especiales, etc.
- Indirectas: permiten que las directas se ejecuten sin problemas. Siguiendo con el ejemplo anterior, se pueden hacer reportes y análisis de las campañas realizadas para verificar su efectividad, y evaluar si en el futuro a la empresa le conviene hacer algo parecido.
- Actividades de aseguramiento de calidad: tal como su nombre indica, aseguran que las subactividades directas e indirectas cumplan los estándares de excelencia necesarios. Por ejemplo revisar aquellos fallos cometidos en el pasado para evitarlos en el futuro o crear una nueva oportunidad a raíz de los mismos agregando así más valor a la cadena de una manera innovadora.
2. Crear vínculos
Se basa en encontrar las conexiones entre todas las actividades de valor de la empresa. Puede que tome un tiempo, pero encontrar esos vínculos es crucial para aumentar la ventaja competitiva.
Por ejemplo, el constante seguimiento de las campañas publicitarias para aumentar el volumen de las ventas, o en los tiempos de respuesta con el nivel de complacencia o disconformidad de los clientes al momento de tener una consulta sobre un producto o servicio, etc.
3. No te conformes y busca nuevas oportunidades
El negocio puede ir perfectamente bien, pero la zona de confort es el enemigo del progreso, es necesario estar abiertos a un cambio constante para estar a la par del mundo, a buscar las posibles mejoras, nuevas fuentes de inspiración que ayuden a potenciar el valor del producto y la posición competitiva.
4. Que tu cadena de valor vaya alineada con tu estrategia de negocio
La organización es clave, al momento de decidir mejorar la cadena de valor de una empresa, hay que tener muy claros los aspectos diferenciadores de la misma, y definir los pasos de la estrategia para que la estructura de costos y precio sea la ideal.
5. Prioriza tu lista de cambios
Si bien los cambios traen cosas positivas e innovadoras, no quiere decir que haya que realizarlos todos al mismo tiempo, ya que esto no garantiza que vaya a mejorar la cadena de valor.
Se deben priorizar aquellos que generan más impacto en los clientes, analizando los recursos que ya se tienen. Un excelente método para hacerlo es utilizar Las 5 fuerzas de Porter, que orientan a planificar actividades estratégicas que potencian las fortalezas ante la competencia directa.
El e-commerce y la cadena de valor
En la nueva era digital han surgido cambios dentro de la cadena de valor tradicional, ya que muchas de las empresas están migrando al comercio electrónico, ofreciendo un mayor valor al cliente y la posibilidad de obtener nuevos beneficios para el negocio.
Y claro, para adaptar la cadena tradicional a una digital y así satisfacer las necesidades de los compradores en línea, es importante una planificación estratégica, esto se puede resumir en: la creación de un sitio web propio donde se pueda observar el catálogo completo, crear ofertas atractivas, estar al día con los reportes y los análisis de las métricas de consumo de los clientes, apuntar al público adecuado para hacerles publicidad tentadora, etc.
Entre los desafíos que podemos encontrar en este cambio en la cadena de valor están:
- Para empezar, ya no se contaría con un gran almacén para guardar los productos o materia prima ya que el costo para mantenerlo sería muy alto.
- Al trabajar con plataformas y luego tener una tienda virtual, los productos suelen ser entregados por un tercero.
- Mientras más entidades que no están directamente relacionadas con el comercio inicial participen en su empaquetamiento y entrega, se puede dificultar un poco más el proceso, por lo que la comunicación entre todas las partes es esencial, ya que puede haber errores comunes como el desvío de un paquete, entre otros factores.
- Es crucial verificar el stock de productos para así mantener los catálogos en línea actualizados, ser detallados en cuanto a las descripciones de los mismos.
- También a la hora de enviar los pedidos hay que verificar su estado antes, rastrearlos cuando ya están en camino, y estar preparados para una posible devolución, el procesamiento rápido de las mismas ayuda que la experiencia del cliente siga siendo positiva.
Pese a las dificultades mencionadas anteriormente, las empresas tienen muchas oportunidades y herramientas para brindarle un excelente servicio a los clientes, que queden satisfechos, y vuelvan a consumir sus productos o servicios.
Cada empresa o negocio puede modificar la cadena de valor según lo requiera para adaptarla a su estrategia y valores. No es la primera vez que esto ha pasado y no será la última, lo importante es estar siempre a la vanguardia, seguir el camino del crecimiento, y apuntar a ser diferentes e innovadores para así ofrecer a los clientes un producto final que los deje satisfechos.
Especialmente en los tiempos actuales, en donde el consumo de productos por Internet ha aumentado significativamente, y seguirá por este mismo camino según MarketWatch, pronosticando un aumento del 10% en la tasa de inserción del comercio en línea para el año 2025.
Los usuarios están siempre atentos de recibir una excelente experiencia de consumo desde la comodidad de su hogar, y puedes aprovechar esto al máximo con una planificación estratégica, y poniendo en práctica todas las actividades de la cadena de valor que has aprendido el día de hoy, así que ¡manos a la obra!
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